El Cuerpo de Deseos

El Cuerpo de Deseos
Prometeo Encadenado

sábado, 6 de marzo de 2010

El Primer Cielo - en vimeo y en you tube -


Capítulo XIV


Durante la primera parte de su evolución la humanidad cometió los crímenes más atroces pues sus actos estaban movidos enteramente por el egoísmo sin tener en cuenta los sentimientos ajenos. En esas épocas lejanísimas nosotros éramos astutos, crueles y muy raramente hacíamos una buena obra. Es un hecho registrado que en aquel entonces el hombre pasaba el intervalo entre dos vidas en la región purgatorial expiando los crímenes cometidos durante la vida física y casi no existía vida celestial. A esa condición se refiere la Biblia cuando dice que la humanidad "se perdió en deudas y pecados" y, por lo tanto, tuvo que entrar en la Tierra para emprender la tarea de acelerar las vibraciones, permitiendo así que el altruismo poco a poco venciera al egoísmo y tengamos una vida celestial, para que sea la base de nuestros adelantos y progresos.

En la última conferencia manifestamos como la Ley de Consecuencia trata impersonalmente nuestras costumbres y malas obras, trabajando para el bien de las vidas futuras y para ilustrar su modo operativo, señalamos casos tales como el del asesino, el del suicida, el del borracho y el del avaro.Tales casos son extremos, sin embargo, y existen muchas personas que han vivido una buena vida de moralidad, teñida más bien por pequeños egoísmos, que es el pecado de nuestra época, que por pronunciada maldad efectiva y, para ellas, la estadía en las regiones purgatoriales del Mundo del Deseo, es, por supuesto, más corta y el sufrimiento correspondiente menos intenso. A su debido tiempo todos pasan a las regiones superiores del Mundo del Deseo, donde está situado el Primer Cielo.
(Esta es la "Tierra del Veraneo", el Summerland de los Espiritistas). Las imaginaciones y pensamientos de las personas, generados durante la vida, son los que crean las formas que actualmente ven en su imaginación. Una característica de los mundos internos es que la materia de ellos se modela fácilmente bajo el impulso del pensamiento o de la voluntad y todas esas formas fantásticas creadas por la gente se mueven animadas por elementales y
duran tanto tiempo como el pensamiento o deseo que las formó. En la Navidad, por ejemplo, Santa Claus vive y se mueve allí en realidad. Hay toda suerte de variedades del mismo y gozan de vigorosa salud durante un mes o más, hasta que los deseos de los niños que los crearon cesan de fluir en esa dirección y entonces de disuelven para surgir de nuevo al año siguiente. La Nueva Jerusalén con sus calles de perlas y mares de cristal y todas las demás imaginaciones piadosas y morales de la gente de iglesia, también se encuentran allí. El Purgatorio tiene también su pensamiento-forma del diablo, con sus pezuñas y horno creado por los pensamientos de los hombres que creen en él, pero en la parte superior del Mundo del Deseo encontramos únicamente lo que es bueno y deseable de las aspiraciones humanas. Allí tiene el estudiante toda clase de bibliotecas y puede proseguir sus estudios de una manera mucho más efectiva que cuando estaba confinado en su cuerpo denso.
Si desea un libro pronto lo tiene ante sí. El artista por medio de su imaginación da forma perfecta a sus modelos, pinta con colores vivientes, luminosos, en vez de pintar con las inexpresivas e inertes pinturas de la tierra que son su desesperación, porque aquí, en la vida terrestre, es imposible para él reproducir los tintes que ve con su visión interna; pero en el Mundo del Deseo, que es el mundo del color por excelencia, obtiene las aspiraciones de su corazón en el Primer Cielo y recibe inspiración y poder para sus futuras vidas.
El escultor encuentra análogamente en esta parte de su vida "post-mortem" un estado de alegría y perfeccionamiento; con facilidad maravillosa da forma a los plásticos materiales de este mundo, conviertiéndolos en estatuas con las que soñó en su vida terrestre. El músico también se beneficia, pero no está todavía en el verdadero mundo del sonido. Ese océano de armonía en el que se escucha "la música de las esferas" está en la parte de la Región Mental Concreta que, en la religión Cristiana Esotérica, llamamos el Segundo Cielo; y así el músico oye solamente el eco de las armonías celestiales; pero, sin embargo, son muchísimo más dulces que las que pudo oír en la Tierra y su alma se impregna de su excelsa armonía, anticipo de las cosas mejores que vendrán más tarde.
Aquí encontramos también a todos los niños pequeños que van directamente a este lugar, después de morir y si sus amigos pudieran verlos, no estarían desconsolados, porque para aquellos es una vida envidiable. Casi siempre se encuentran con algún miembro de su familia que hubiera muerto con anterioridad o con algún amigo, los que cuidan de ellos. Hay allí personas que juntan un gran tesoro para ellas mismas empleando buena parte de su tiempo en inventar juegos y juguetes para los pequeños y de esa manera la vida en el Primer Cielo se desliza hermosísimamente para los niños, no descuidándose en manera alguna su instrucción. Se les agrupa en clases, no solamente de acuerdo con sus edades y capacidades, sino de acuerdo con su temperamento y se les instruye especialmente sobre los efectos que producen los deseos y las emociones, cosa que puede hacerse fácilmente en un mundo en el que esos efectos pueden demostrarse objetivamente. De esta manera se les enseña por medio de lecciones objetivas el beneficio de cultivar buenos y altruistas deseos y muchas de las almas que llevan una vida de moralidad, ahora lo deben a eso, por haber muerto en la infancia y haber pasado de quince a veinte años en el primer cielo antes de renacer nuevamente.
En las regiones inferiores del Mundo del deseo todo el cuerpo de cada ser es visible, pero en las regiones superiores aparece sólo la cabeza. Rafael, quién como muchos otros hombres de la Edad Media, poseía lo que llamamos una "segunda vista" demostró esta particularidad pintando esa condición en la Madona de la Capilla Sixtina. Este cuadro se encuentra ahora en la Galería de Arte de Dresde: la Madona con el Niño Cristo están representados flotando en una atmósfera dorada y rodeados por una hueste de cabecitas de seres celestiales, lo que está de acuerdo con hechos reales, como lo sabe el investigador ocultista.
En las regiones superiores del Mundo del Deseo la confusión de los idiomas es reemplazada por una manera universal de expresión que no da lugar a ninguna confusión respecto a lo que se dice. Allí cada uno de nuestros pensamientos toma una forma definida y un color visible para todos y ese pensamiento-símbolo emite un cierto tono, que no es una palabra, pero que transmite el sentido correcto a la persona a quién está dirigido, no importando en que idioma hablara esa persona sobre la Tierra.

del libro "El Cuerpo de Deseos", de Max Heindel

en vimeo, aqui

en you tube, aqui
https://www.youtube.com/watch?v=jYow1VcKzZw&feature=youtu.be

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