El Cuerpo de Deseos

El Cuerpo de Deseos
Prometeo Encadenado

sábado, 6 de marzo de 2010

Al morir - en vimeo y en you tube -


PARTE IV

EL CUERPO DE DESEOS DEL HOMBRE
EN LOS MUNDOS INVISIBLES

Capítulo IX

AL MORIR

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El cordón plateado que ha nacido y crecido del átomo-simiente del cuerpo denso (localizado en el corazón) se une con el cordón que brotó del gran vórtice central del cuerpo de deseos (situado en el hígado) y cuando el cordón plateado se une finalmente con el átomo-simiente del cuerpo vital (que se encuentra en el plexo solar) entonces el Espíritu muere para la vida en los mundos superiores supersensibles y vivifica el cuerpo que le servirá en su vida terrena. Esta vida terrena dura hasta que todos los acontecimientos pronosticados en la rueda de la vida o el horóscopo, se hayan cumplido. Y

cuando el Espíritu alcanza nuevamente la región de Samael, el Ángel de la Muerte, la misteriosa octava casa, entonces se rompe el cordón plateado y el Espíritu vuelve a Dios, su Creador, hasta que comience una nueva vida u otro día en la Escuela Terrestre. El Espíritu entonces nace otra vez en este mundo para progresar en las artes y la edificación de su templo interno.
La serpiente dijo: "Vosotros no moriréis en verdad, porque Dios sabe que el día en que comáis de él (del Árbol del Conocimiento) vuestros ojos se abrirán, y seréis como dioses, conociendo el bien y el mal". Este último era entonces desconocido por el hombre.
Obrando según ese consejo, la mujer obtuvo la cooperación del hombre y mediante el poder de la voluntad, libertaron sus cuerpos de deseos. Esa facultad era entonces mucho mayor que ahora, porque es ley que toda nueva facultad se adquiere siempre a costa del debilitamiento de otro poder anterior, como cuando se obtuvo la facultad de pensar, lograda a expensas de la mitad de la fuerza creadora. Entonces el poder de la voluntad humana era tal que el temor de Dios de "que el hombre comiera también del Árbol de Vida y se hiciera inmortal" estaba ampliamente justificado, pues se habría así asegurado la posesión del secreto de como renovar el cuerpo vital así como el denso y hubiera podido crear un cuerpo y vitalizarlo para siempre. Entonces no hubiera habido, en verdad, ninguna muerte, pero tampoco hubiera habido evolución alguna, porque el hombre no sabía entonces, como no lo sabe ahora, construir un cuerpo perfecto y esto hubiera sido la mayor de las calamidades posibles. La muerte no es una desgracia, sino un amigo que viene a nosotros naturalmente, porque nos libera de un alrededor ambiente que ya hemos aprovechado y de un cuerpo que nos encadena, para que podamos obtener una oportunidad nueva en un cuerpo nuevo y mejor, para aprender lecciones nuevas también.
Cuando llega el momento que marca el término de la vida en el Mundo Físico y el cuerpo denso ya no puede ser de ninguna utilidad, entonces el Ego sale por la cabeza, llevando consigo la mente y el cuerpo de deseos, así como lo hace todas las noches durante el sueño. Pero ahora el cuerpo vital es también inútil y, por lo tanto, sale también y cuando el "cordón plateado" que une los vehículos superiores a los inferiores se rompe, ya no puede ser reparado.
Los vehículos superiores: vital, de deseos y mental, pueden verse abandonando al cuerpo denso con un movimiento en espiral, llevándose consigo el alma de un átomo denso. No el átomo en sí mismo, sino las fuerzas que obraban a través de él.
La cremación debe ser evitada especialmente en los tres primeros días después de la muerte, porque tiende a desintegrar el cuerpo vital, cuerpo que debe permanecer intacto hasta que el panorama de la vida que acaba de terminar se haya impreso en el cuerpo de deseos.
Durante la vida y en el estado de vigilia, los vehículos del Ego están unidos y concéntricos, pero al morir, el ego, envuelto por la mente y el cuerpo de deseos, sale del cuerpo denso y como las funciones vitales han terminado también, el cuerpo vital sale del cuerpo denso, dejándolo inanimado sobre el lecho. Un diminuto átomo se extrae del corazón y el resto del cuerpo se desintegra poco a poco. Pero en estos momentos hay un proceso muy importante que se desarrolla y los que atienden al Espíritu moribundo deben empeñarse en que reine la más absoluta tranquilidad en este cuarto y en toda la casa, pues los cuadros de toda la vida pasada, que habían sido depositados en el cuerpo vital, pasan ahora ante la vista interna del Espíritu, en una lenta procesión, en orden inverso, de la muerte al nacimiento. Este panorama puede durar de algunas horas a tres días y medio. El tiempo depende del vigor del cuerpo vital que determina cuántas horas un hombre puede mantenerse despierto, en casos de urgencia. Algunas personas pueden hacerlo durante cincuenta, sesenta o setenta horas, antes de que caigan exhaustas, mientras otras no son capaces de mantenerse despiertas más que algunas horas. Es importante pues que la casa esté tranquila durante los tres días y medio que siguen a la muerte por las razones siguientes: durante esos momentos el panorama de la vida pasada se graba en el cuerpo de deseos, cuerpo que será el vehículo del Ego mientras se queda en el Purgatorio y en el primer Cielo, donde cosecha el bien y el mal que ha sembrado, de acuerdo a como obró en
el cuerpo físico.
Cuando el hombre muere y se desprende de sus cuerpos vital y denso, el mismo proceso tiene lugar que cuando él se duerme. El cuerpo de deseos, como ya lo hemos dicho, no tiene órganos desarrollados, sólo están latentes, pero después de la muerte se transforma de una nube ovoide, a una figura parecida al cuerpo denso abandonado. Es fácil comprender que debe producirse un período de inconsciencia parecido al sueño antes de que el hombre se despierte en el Mundo del Deseo. Sin embargo, sucede frecuentemente que esas personas no se dan cuenta, por algún tiempo, de lo que les sucedió y no quieren comprender que han muerto, pues ven que pueden moverse y pensar. A veces es sumamente difícil hacerles creer que están realmente "muertas". Ellas ven que algo ha cambiado, pero no pueden darse cuenta de lo que es.
En el cuerpo vital se produce una separación (después de la muerte) similar a la que causa la "iniciación" de tal manera que la parte de ese vehículo que puede llamarse "alma" se une con los vehículos superiores y constituye así la base de la conciencia en los mundos invisibles, después de la muerte.
Al dejar el cuerpo vital el proceso es muy parecido al que se verifica al dejar el cuerpo denso. Las fuerzas de vida, un átomo, son llevadas para ser empleadas como núcleo del cuerpo vital en la futura encarnación. En esta forma, al entrar el hombre en el Mundo del Deseo lleva consigo los átomos simientes de los cuerpos vital y denso, además del cuerpo de deseos y la mente.

del libro "El Cuerpo de Deseos", de Max Heindel
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https://www.youtube.com/watch?v=FGbKAtDBJjk&feature=youtu.be

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