El Cuerpo de Deseos

El Cuerpo de Deseos
Prometeo Encadenado

sábado, 6 de marzo de 2010

Durante el Sueño - en vimeo y en you tube -


Capítulo VIII

El Mundo del Deseo es un océano de sabiduría y de armonía. A ese mundo lleva el Ego la mente y el cuerpo de deseos cuando los vehículos inferiores quedan dormidos. Allí, el primer cuidado del Ego es la restauración del ritmo y armonía de la mente y del cuerpo de deseos. Esta restauración se realiza gradualmente conforme las armoniosas vibraciones del Mundo del Deseo fluyen a través de ellos. Hay una esencia en el Mundo del Deseo correspondiente al fluido vital que compenetra al cuerpo denso por medio del cuerpo vital. Los vehículos superiores, se sumergen en ese elixir de vida.

Cuando se han fortalecido, comienzan a trabajar sobre el cuerpo vital que han dejado con el cuerpo denso dormido. Entonces el cuerpo vital empieza a especializar la energía solar de nuevo, reconstruyendo el cuerpo denso y empleando particularmente el éter químico como medio en ese proceso de restauración.
Ocurre, sin embargo, que a veces el cuerpo de deseos no sale del todo, así que una parte de él permanece relacionada con el cuerpo vital, el vehículo de la percepción sensorial y de la memoria. El resultado es que la restauración se realiza únicamente en parte y que las escenas y acciones del Mundo del Deseo llegan a la conciencia física como ensueños. Por supuesto, la mayoría de los ensueños son confusos porque el eje de la percepción está torcido, debido a la relación impropia entre uno y otro cuerpo. La memoria es también confusa por la incongruente relación de los vehículos y uno de los resultados de la pérdida de la fuerza restauradora en un sueño lleno de ensueños, es la fatiga y que el cuerpo se siente muy cansado al despertar.
¿Qué es lo que hace que el sueño sea un proceso restaurativo? El término "restaurativo" por sí mismo implica una actividad. Cuando es necesario restaurar un edificio, los inquilinos se van para poner fin al desgaste y las goteras. Pero eso no es suficiente. Deben venir los obreros a trabajar en la casa para efectuar las reparaciones necesarias y solamente cuando el trabajo está teminado, el edificio se encuentra listo para que lo ocupen los inquilinos otra vez.
Lo mismo sucede con el templo del Espíritu, nuestro cuerpo denso, cuando ha quedado exhausto. Entonces es necesario que el Ego, la mente y el cuerpo de deseos evacuen el lugar, dejando plena libertad al cuerpo vital, para que lo reponga; de ahí que se produce una separación, cuando el cuerpo denso se duerme. El Ego y la mente, envueltos en el cuerpo de deseos se retiran del cuerpo vital y del denso, permaneciendo los dos cuerpos inferiores sobre el lecho, mientras los dos superiores flotan cerca del cuerpo que duerme.
Ahora comienza el proceso de restauración. En las luchas que se producen en el Mundo Físico, los perjuicios y heridas nunca están de un solo lado, el vencedor tiene también lesiones. Más duro e igual ha sido el combate, más parejas son las lesiones de los contendientes. Asimismo sucede con los cuerpos vital y de deseos que luchan entre sí, siempre es el cuerpo de deseos el que vence, sin embargo su victoria es siempre una derrota, pues debe dejar el campo de batalla y su botín -el cuerpo denso- en las manos del cuerpo vital vencido y retirarse para reparar su propia armonía destrozada.
Entonces, habiendo abandonado el cuerpo que duerme, entra en el océano de energía y armonía que se llama Mundo del Deseo. Aquí vive de nuevo los incidentes del día, que se presentan en orden inverso, de las consecuencias a las causas, corrigiendo así las confusiones cotidianas y formando imágenes correctas para reemplazar las impresiones falsas que se forman debido a las limitaciones del cuerpo denso. A medida que la armonía del Mundo del deseo compenetra el cuerpo de deseos, los errores son reemplazados por la sabiduría y la verdad, recobrando entonces su ritmo y tono. El tiempo requerido para restaurar el cuerpo de deseos es variable y depende de sí durante el día su vida ha sido muy ilusoria, impulsiva y agotadora.
Entonces y sólo entonces, empieza el trabajo de restauración de los vehículos que quedaron sobre el lecho. El restablecido cuerpo de deseos comienza a vivificar el cuerpo vital introduciendo energía rítmica en aquél y el cuerpo vital a su vez actúa sobre el cuerpo denso, eliminando los residuos ponzoñosos, con la ayuda del sistema nervioso simpático, como agente principal. Así el cuerpo denso queda completamente restaurado y rebosante de vida, cuando el cuerpo de deseos, la mente y el Ego entran por la mañana y lo obligan a despertarse.
Sin embargo, a veces, ocurre que estamos tan interesados y absorbidos por las cosas de nuestra existencia mundana, que aún después de la paralización del cuerpo vital y la consecuente inconsciencia del cuerpo denso, no podemos decidirnos a dejarlo tranquilo, para comenzar nuestro trabajo de restauración; el cuerpo de deseos se aferra tenazmente a los vehículos inferiores y el Ego sólo consigue arrastrarlo fuera en parte, generalmente a medias con el resultado que comienza a meditar sobre los sucesos del día en esa posición.
Es evidente que es una condición anormal. La debida conexión entre los diferentes vehículos se ha desviado o roto, primeramente por la paralización del cuerpo vital y se ha torcido aún más por la posición inacostumbrada de los vehículos superiores, posición que ha producido la desconexión parcial y la relación impropia de los centros sensoriales en los distintos vehículos, con el resultado que se producen sueños confusos donde los sonidos y las imágenes del Mundo del Deseo se mezclan con los sucesos de la vida ordinaria de una
manera fantástica y grotesca.
A veces, ocurre que el cuerpo de deseos ha estado particularmente agitado durante el día y entonces cuando está empeñado en el trabajo de restauración, después de haber cortado su conexión con los vehículos inferiores, viviendo de nuevo los incidentes del día en orden inverso, se presenta un incidente penoso ante su vista. El cuerpo de deseos de repente ve la solución a este problema y se apura a volver al cuerpo denso para grabar en el cerebro sus ideas, causando así un despertar brusco. Pero son muy pocos los casos cuando el cuerpo de deseos logra traer la solución que parecía tan clara en el Mundo del Deseo, pues aún cuando la imprima en el cerebro, generalmente al despertar a la mañana se ha olvidado.
Sin embargo, sucede a veces que los sueños son proféticos, y se cumplen, pero esos sueños solo se ven después de la extracción completa del cuerpo de deseos, en circunstancias que el Espíritu tal vez ve algún peligro que se presenta. Entonces imprime sobre el cerebro la noticia en el momento del despertar.
A veces sucede que el Espíritu hace vuelos anímicos y, por lo tanto, no cumple su trabajo de restauración. Entonces el cuerpo no está preparado y listo para volver a ocuparlo y sigue durmiendo. El Espíritu puede estar también ausente durante días y a veces semanas, antes de volver al cuerpo físico para seguir con la rutina diaria de sueño y despertar. Esa condición se llama trance. El Espíritu puede acordarse a su regreso de lo que ha visto y oído en las regiones superfísicas o puede olvidarse de todo, de acuerdo a su desarrollo y el estado del trance, si es profundo o no. Cuando el trance es superficial, entonces el Espíritu generalmente permanece todo el tiempo en el cuarto, donde yace el cuerpo. Al regresar al cuerpo podrá contar a los familiares, todo lo que ellos dijeron e hicieron, mientras él estaba
inconsciente. Cuando el trance es más profundo, el Espíritu que vuelve está generalmente inconsciente de lo que se hacía alrededor suyo, pero puede contar sus experiencias en el mundo invisible.
En la vida corriente, la mayoría de la gente vive para comer, beber, satisfacer su pasión sexual de la manera más desenfrenada y perder la cabeza a la más ligera provocación. Aunque exteriormente esa gente pueda ser muy "respetable", están produciendo casi todo el día la mayor confusión en su organismo. El período todo del sueño lo necesitan los cuerpos vital y de deseos para reparar los estragos producidos en el día, no quedando tiempo alguno para trabajar exteriormente en nada. Pero conforme el individuo comienza a sentir las necesidades de la vida superior, a dominar la fuerza sexual, el carácter y a cultivar una disposición serena, se producen menos perturbaciones en los vehículos durante las horas de vigilia; por consiguiente, entonces se requiere menos tiempo para reparar los desastres durante el sueño. Y entonces es posible abandonar el cuerpo denso durante largos períodos, en las horas dedicadas al sueño, pudiendo funcionar en los mundos internos con sus vehículos superiores. Como el cuerpo de deseos y la mente no están organizados todavía no pueden emplearse como vehículos separados de conciencia. Y como el cuerpo vital no puede abandonar tampoco al cuerpo denso, porque eso produciría la muerte de este último, es evidente que habrá algún medio para proporcionar un vehículo organizado que sea fluídico y construido en forma tal que satisfaga las necesidades del Ego en los mundos internos, así como el cuerpo denso las satisface en el Mundo Físico.

del libro "El Cuerpo de Deseos", de Max Heindel

en vimeo, aqui

en you tube, aqui
https://www.youtube.com/watch?v=I_zhunryhEI&feature=youtu.be

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1 comentario:

  1. Es un texto impactante, si le damos algo de credibilidad. El texto te llama a seguir leyendo sobre el tema. Creo que éste fragmento producirá dos tipos de reacciones principales, rechazo absoluto o ansia de saber más. Entre ambas creo que también habrá una gama de matices que dependerán de las propias videncias y creencias personales.
    Me ha gustado lo que he leído. Este fragmento , nos hace meditar sobre qué o quienes somos.
    Si sólo confiamos en lo que vemos y nuestro querido y admirado sentido de la vista sabemos según la ciencia, que es tan deficiente dentro de su admirable complejidad. No seria razonable pensar, que muchas de las cosas que sí existen en nuestro propio y pequeño mundo, se escapan a nuestra propia percepción sensorial.
    Gracias a los que han hecho posible este artículo.

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